¿Qué es la vida sin música? ¡Nada! Y es que somos muchos los que no concebimos el transcurso de los días sin un poco de ritmo en la rutina diaria. La música es un idioma universal que todo el mundo entiende, y por eso se convierte en la mejor acompañante en todos los momentos, los mejores y los peores.
Por su parte, entrenar no se trata solo de mantenerse en forma a nivel físico, sino también mental. Y es que el deporte tiene un poder de desconexión para la mente único, y si va acompañado de buena música, la combinación es totalmente exitosa. Porque cuando se trata de ejercicio, la música es una gran acompañante que potencia el rendimiento.
Son muchos los beneficios que la música aporta mientras entrenas, y por eso en este artículo te hablamos de algunos de ellos, ¡para que a partir de ahora no olvides tus cascos a la hora de ir al gym o salir a correr! Porque la música y el deporte son capaces de desconectarnos, ¡y conectarnos a su vez!
1. Ayuda a mantener el ritmo
El ritmo musical estimula la parte motora del cerebro, lo que activa automáticamente todo el cuerpo. De esta manera, el cerebro emite señales para que el cuerpo se mueva y se mantenga con máxima energía, al ritmo de la música. Es decir, la mente hace que de manera automática sincronicemos un determinado ejercicio con la música que estamos escuchando. ¿Existe mejor manera de estar llenos de energía? Por ello, lo ideal es buscar canciones que vayan acorde con la intensidad del ejercicio para que nos ayuden a mantener un ritmo más rápido o moderado, según necesidades.
2. Distrae del ejercicio y el esfuerzo
La música tiene la capacidad de hacernos olvidar el gran esfuerzo que estamos haciendo con un ejercicio o, mejor dicho, de distraernos. Esto se debe a que se destina energía al ritmo y, de esta manera, el deportista se centra en ella, en su letra… mientras fluyen sus pensamientos. De hecho, algunos estudios han asegurado que puede hacerte rendir hasta un 15% más de lo que rendirías en un entrenamiento normal.
3. Hay canciones que las hacemos nuestras
Esto sucede en cualquier acontecimiento de la vida, y también lo extrapolamos al momento del entrene. Y es que todos tenemos una canción (o varias) que nos llena de energía y buen rollo, y que nos hace que tengamos ganas de levantarnos, bailar o movernos. ¡De esta manera, la música y la vitalidad van de la mano! Esto favorece la rutina, haciéndola más amena.
4. Quemas calorías
Hagas o no deporte, el simple hecho de escuchar música te hace moverte. Esto hace que quemes más calorías y, si encima lo haces en pleno entrenamiento de cardio, el resultado es mejor aún. Además, escuchar música mientras hacer un ejercicio intenso descarga una adrenalina brutal, ¡seguro que si lo pruebas vas a querer repetir!
5. Mejora el ánimo
Este punto es muy importante, ya que es una de los mejores beneficios de la música, y a veces no le damos tanta importancia. Escuchar música mejora el ánimo, y si lo unimos a que hacer deporte también, el resultado es idóneo. La combinación de ambas prácticas inundan nuestro cerebro de serotonina, la hormona de la felicidad.
6. Facilita la concentración
Para muchos el entrenamiento es un momento para desconectar y estar con uno mismo. Gracias a la música es más fácil huir del ruido y del estrés de los demás, e inundarte de concentración con tus temas favoritos, porque entrenar con música facilita la desconexión.